(algo le había pasado al blog que no se podían escribir comentarios... no cacho que onda...)
Ayer (viernes 7) fuí con la gente de la iglesia a la Clínica Dávila a una actividad para los niños del departamento oncológico (tuve que modificar mi negativa a entrar a los hospitales)
Y realmente la actividad, creo, fue de mas provecho para mí que para el resto. Uno va sabiendo que se va a encontrar con una cantidad impresionante de cosas a las que uno no está acostumbrado. Pero ante esa situación ver tantos niños felices jugando con las actividades da la sensación de que, por un momento, dejan de lado la enfermedad que, a algunos, les va quitando la vida y les trae el misísimo infierno a sus padres.
Estas cosas hacen valorar mucho más lo que uno tiene y te obligan a reconocer que la vida es injusta, porque de la noche a la mañana te puede cambiar todo.
No puedo terminar esto sin mencionar algo respecto de la situación que ocurre actualmente con un personaje odiado por todos los chilenos: Juan Saavedra.
Al igual que millones de chilenos, y llevándole la contra a los moralistas y conservadores, ese tipo merece la pena de muerte.
La pena de muerte no es aplicable porque es un atropello contra los Derechos Humanos. Pues bien, en un país como este, que ha hueveado tanto con los DDHH parece que se les olvida que el derecho más importante del ser humano es LA VIDA. Y justamente, este hijo de la gran puta violó ese derecho. Claro, en la cárcel va a pagar. Pero debe pagar ante los ojos de los millones que pensamos que la justicia conduce solamente a la impotencia de ver como los ladrones, violadores, corruptos están libres...y somos nosotros los que tenemos que poner doble llave a nuestras rejas y puertas por temor a ellos...
SI LA JUSTICIA NO SIRVE, LA JUSTICIA POR LAS PROPIAS MANOS ES LA ÚNICA SALIDA